sábado

El camino de la estrella


30 de Julio: León-San Martín del Camino
31 de Julio: San Martín del Camino-Astorga
1 de Agosto: Astorga-Rabanal del Camino
2 de Agosto: Rabanal del Camino-Molinaseca
3 de Agosto: Molinaseca-Cacabelos
4 de Agosto: Cacabelos-Vega de Valcarce
5 de Agosto: Vega de Valcarce-Fonfría
6 de Agosto: Fonfría-Samos
7 de Agosto: Samos-Sarria
8 de Agosto: Sarria-Portomarín
9 de Agosto: Portomarín-Palas de Rei
10 de Agosto: Palas de Rei-Ribadiso de Abaixo
11 de Agosto: Ribadiso de Abaixo-Monte do Gozo
12 de Agosto: Monte do Gozo-Santiago de Compostela

Seis horas. En ese tiempo deshice el camino que recorrí durante catorce días. Un autobús me lleva a casa; cómodamente sentada mis pies recuerdan los pasos que han dado sobre montañas, valles, páramos, aldeas, ciudades, piedras, tierra, hierba, agua. Los dedos juguetean, libres de calcetines, lejos de las botas. He leído que la palabra "pecado" deriva de "pecus", pie defectuoso, incapaz de recorrer un camino.

Si la forma de corregir el pecado es andando, siempre hacia adelante, adaptándose a los cambios y recibiendo lo que la vida da con tanta generosidad a quienes pedimos; mis pies han dejado de ser imperfectos, como los de todos los peregrinos que desde hace mil seiscientos años recorren el camino de la estrella, dirección oeste, bajo la vía láctea.

El camino empieza con el deambular constante y solitario, movimiento que permite poner tierra entre mi casa y el destino común: COMPOSTELA.

No sólo trabajan los pies; los olores (a madrugada, arbustos que adornan los campos, hierba, tierra, flores, humo, abono, lluvia, café, sábanas limpias, jabones de ducha); los sabores (dulces, salados, ácidos, amargos; tarta de santiago, pulpo a feira, caldo gallego, viño da terra), los sonidos(pájaros, grillos, chicharras, gallos, peregrinos, bicicletas, campanas, cantos gregorianos, ríos, arroyos, fuentes, el viento entre las ramas de robles, abedules, castaños...); el tacto (del musgo, la hiedra, las espigas, el aire, la niebla, el sol...) y, sobre todo, las vistas (del cielo estrellado, la luz del amanecer, los bosques frondosos, la bruma que brota entre las piedras, montañas, valles). La vida se agolpa y la memoria bulle paso a paso.

Más que la mochila pesan las penas, van quedando confundidas entre el polvo, bajo los arbustos que rodean algún que otro manzano. No pienso recogerlas. No hacía falta tanta carga, tomo nota para no olvidarlo.

Lo mejor del camino ha sido andarlo y conoceros: Sina (Berlín), Michel (Zaragoza), Jose Mª (Deva), Mª Angeles (Madrid), Pulad (Hamburgo), Virginia (Madrid), Meme (Sevilla), Jose y Eduardo (Murcia), Guttrum (Alemania), David (Madrid), Sergio y Juanma (Córdoba), Miguel, Raúl, Francisco y Amadeo (Valladolid), Pedro (feliz cumpleaños, qué rica la tarta) y todo su grupo de amigos, Carlos (Uruguay-Barcelona), Oriol (Barcelona), Diana y Rodrigo (Argentina-uruguay-Barcelona), Jorge (Bilbao) y sus amigos italianos.

Una estrella a cada uno, un abrazo para todos. ¡¡BUEN CAMINO POR LA VIDA!!

Annam








domingo

BUEN CAMINO...



Me contaron que los celtas caminaban siguiendo la vía lactea, hasta Finisterre, a modo de recarga energética estelar.
Parece que Prisciliano, allá en el siglo IV de nuestra era, obispo en Avila y oriundo de Compostela, adaptaba los rituales ancestrales y paganos, practicando un cristianismo tan a su manera que fue decapitado en el sur de Francia por mandato eclesiástico y nobiliario. Dicen que sus seguidores recogieron su cuerpo y siguiendo aquella ruta milenaria, hacia el oeste, enterraron al maestro en el campo de la estrella.
Puede que la jerarquía clerical decidiera extender el rumor de que quien yace allí no es Prisciliano, sino Santiago.
Desde entonces, durante siglos, peregrinos de todas partes del mundo recorren los senderos que, poco a poco, se hacen uno y llegan a la ciudad de piedra, en busca de indulgencia plenaria, o no.
Todo tipo de motivaciones son válidas para empezar a andar, sólo al final sabes por qué empezaste. No son las experiencias las que te impregnan, sino lo que tú hagas de ellas.

SINA BRETTMACHER, meine deutsch freundin.



El lunes, 30 de Julio, salí de mi casa, sola, en dirección a Santiago de Compostela. En la Virgen del Camino, ocho kilómetros después, encontré a Sina. El camino se bifurcaba y no sabía qué dirección coger. Ella embadurnaba su cara con protección solar y le pregunté por dónde seguía el camino. "Do you speak english?" fue su respuesta.

Sina salió de su casa, en Berlín, sola, en dirección a Santiago de Compostela. En un pueblo de la provincia de León, a muchos kilómetros de su casa, le contestaron: "I speak a little of english".
Sé que podrás leerlo, como cuando te hablaba en mi idioma y me comprendías ("your face speaks, I understand you"), escribo con el corazón.
Me siento afortunada por haberte conocido, por haber compartido contigo gran parte del camino, (en Sarria tuvimos que despedirnos, su rodilla necesitaba descanso), por las clases de alemán/español, por los brindis, las cenas y tu compañía.
Gracias Sina, ojalá volvamos a vernos, siempre te recordaré.

sábado